domingo, 12 de mayo de 2013

¡Ay, ser madre!

Vean mi cara de embobada

Bueno y ya que todo el mundo se acuerda de las mamis y les da felicitaciones, yo me pregunto, si ustedes saben lo que sienten la mayoría de las mamás del universo. No sé si alguna ya se dio a la tarea de describirlo, pero si no, yo les voy a contar.
 Como ustedes ya saben, lo primerito que sentimos es AMOR. Si, un amor que inunda, que llena, que te extasía y que te vuelve tontita por completo. Llegás a enamorarte totalmente de esa personita chiquitita que anduvo en tu vientre por nueve meses. No importa si es bonita o si lo genes de la belleza pasaron a kilómetros de distancia, para vos, tu hijo es lo más bello del planeta tierra y que nadie se atreva a decir lo contrario…. o a insinuarlo…. o a decirlo con la mirada porque se va a volver el enemigo público número uno. Tu hijo es el más bello, más inteligente, más astuto, más avanzado, más gracioso, más ingenioso, más listo, y simplemente el más maravilloso del mundo, sin cuestionamientos. Si, así mismo, una especie de amor ciego  de nacimiento. Lo más sorprendente de esto es que aunque pudieras pensar que tanto amor solamente lo podés sentir por una persona, lo podés sentir por dos, tres, cuatro, cinco o todos los hijos que tu mala cabeza y tu pasión o las circunstancias (no Dios,) te pueda dar.
Luego de eso, se siente un tremendo y terrible MIEDO. Y qué si le pasa algo? Si se cae? Si se ahoga con algo? si se enferma ? y si no lo logra superar? Si sufre daño en cualquier manera? Cuando va al colegio tenés miedo que la profesora no lo quiera, que le ponga tema (si mis estimados, eso es uno de los mayores temores de los padres, que los profes les “pongan tema”) que los amigos lo mal influencien (porque nuestros angelitos nunca mal influencian, siempre son los otros chavalos que sus padres no les ponen rienda y andan maleando a los demás).Sin embargo, te da miedo que no tenga amigos, que lo aíslen, vos querés que sea popular y que tenga muchos, muchos amigos…. Te da miedo que fracase en el colegio, en los deportes, socialmente o en cualquier  otra cosa que emprenda, o que le guste o que no le guste hacer pero que vos los estás empujando a hacer porque querés que sobresalga. Te da miedo que empiece a  consumir alcohol o a fumar (aunque vos lo hagás) o aun peor a drogarse. Cuando llega el tiempo de ir a  la universidad, te da miedo que no logre entrar, que no seleccione la carrera apropiada, que no logre terminar los estudios y que los profesores les sigan teniendo tema (si, esos benditos profesores nos atormentan toda la vida de madres).Luego los profesores son sustituidos por los jefes, si esos mismos que no sabés cómo si tu hijo es más inteligente, más capaz y entrenado la otra persona es el jefe y no tu hijo. Los papeles obviamente están invertidos.
En lo sentimental, nos da miedo que le rompan el corazón (nunca será él quien rompa un corazón, por supuesto), que no encuentre a la pareja perfecta, que esa persona a quien escogió no sepa valorar el tesoro que se encontró, que no lo atienda, le sirva, le ayude y lo ame como se lo merece, especialmente si tu retoño es mujer, con tanto misógino, machista que anda suelto por ahí. Nos da miedo que fracasen sentimentalmente, profesionalmente o en cualquier otro ámbito. El temor nos aprisiona si viaja, si llega tarde, si no nos llama por teléfono para hacernos saber dónde está. Y así pasamos nuestras vidas desde el día que sabemos que estamos esperando, si porque en el embarazo son otros temores, que si respira, que si se mueve, que si está cómodo, que si está bien de peso, que si va creciendo normal, etc., etc. No importa lo valiente, ni lo fuerte que seas ni todo el coraje y el valor o el carácter que tengás, siempre vas a tener esos temores, a veces, muy pero muy escondidos dentro de vos, que ni siquiera te das cuenta que los tenés pero ahí están, por eso empujás a tus hijos a ser mejor, los presionás para que sean excelentes o los sobreprotejés, o los malcriás, o te volvés loca tomando decisiones  en vez de ellos…en fin….
El tercer sentimiento que se apropia de vos cuando llegás a ser madre es CORAJE. Entonces, no importa lo tímida, callada, apocada o terriblemente débil que hayas sido toda tu vida. De pronto tenés fuerza para todo. Para pasar despierta toda la noche, cuidarlo 24 horas al día mimarlo, consentirlo, alimentarlo y demás aun cuando tenés que trabajar, hacer las tareas del hogar y lidiar con el marido (si lo tenés y si a quien tenés es uno de ésos que piensa que la tarea gigantesca de cuidar hijos y la casa y todo lo demás es cosa de mujeres aunque ellos sean los “más fuertes” )

Tenés fuerza para batallar contra todo aquel que le quiera hacer daño a tus angelitos, profesores incluidos, (¿Se acuerdan? Esos terribles profesores que le ponen tema y no podés explicarte por qué) y te podés pelear con quien se atraviese en tu camino. Te volvés “bocatera”, invivible, insoportable porque nosotros podemos hacerles y decirles cualquier cosa a nuestros hijos pero nadie más puede, porque nadie, queridos señores, nadie se mete con nuestros hijos y salir ileso… por lo menos una buena “tratada” le damos…. Todas esas sentimientos reacciones y emociones, amor, miedos, coraje es ser madre y se siente maravillosamente bien…. 

3 comentarios:

  1. Gracias por publicar esto Martha Regina. A las solteras nos sirve de mucho.

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    1. Muchas gracias Alicia por comentar. Yo siempre pienso que es bien dificil para alguien que no es madre comprender el racimo de emociones y sentimientos que los hijos nos provocan.... Más o menos, algo así es. Saludos y bendiciones!

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  2. Tenía una leve idea de lo que ser madre es, porque soy hijo, esposo y tío, pero esto, tan bellamente escrito, me ha dado otra perspectiva de lo que es. Sólo una mujer que ha sido madre puede llegar a expresar tanto amor desinteresado por otra persona que no sea ella misma.. Benditas sean ustedes.

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